A principios del siglo XX los físicos aún no sabían cómo
describir la actividad de las partículas correctamente. En esta mecánica clásica,
se basaban en la predecir lo que iba a suceder, mediante la observación. Pero
con la llegada de la mecánica cuántica, esto se vino abajo.
La física cuántica representa el caos, la incertidumbre y el
azar, y físicos como Heisenberg, Bohr, Schrödinger, Born y Dirac han ayudado a
formalizar esta teoría.
Werner Heisenberg afirmó que aun sabiendo toda la información
sobre una partícula, lo único que podemos conocer será la probabilidad de que
esto ocurra. Y que ocurra una cosa u otra dependerá del azar. Los distintos
resultados que podríamos observar en un mismo experimento se llaman las fluctuaciones cuánticas, que
consistiría en los cambios de cantidad de energía en un punto del espacio, como
solución al principio de incertidumbre.
Pero es estudio de la física cuántica se puede realizar desde
dos caminos distintos:
- Analizando las soluciones que ha sido capaz de dar la física cuántica a problemas que no podía resolver la física clásica, como son: el efecto fotoeléctrico, la Ley de radiación espectral del cuerpo negro, el efecto Compton, etc.
- Axiomática, como el formalismo de Schrödinger el cual describe la onda de probabilidad que hay de encontrar cierta situación en el Cosmos. Donde los picos son más altos, hay mayor posibilidad de encontrarlo que donde sean más bajos, pero puede estar en cualquiera de esos puntos.
Hasta aquí se ha podido demostrar porque los secretos de la
física cuántica son muy escurridizos. Pero nos enseña a no influir en la
realidad únicamente por el hecho de observarla y esto era algo que la ciencia no
se había planteado.
BIBLIOGRAFÍA
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